Ángeles Jorreto nace en Ourense, donde vive hasta 1965, año en el que traslada su residencia a Vio. Para enriquecer su formación realiza diversos viajes: Florencia, Madrid, París, Roma, Londres…
En 1979 monta su primer estudio y comienza su actividad expositiva, con más de 100 inauguraciones a nivel nacional e internacional, mostrando su obra en Oporto, París, y en otras ciudades de países como Holanda, Italia, Austria, etc. Sus obras se topan repartidas entre colecciones particulares, museos e instituciones de todo el mundo.
Sugestión, exultante beleza, personalidade, onirismo, feminidad, intemporalidad, todo un cúmulo de sensaciones se dan a través da obra de Angeles Jorreto.
O mar das Cíes. Ángeles Jorreto.
Ángeles Jorreto nace en Ourense, donde vive hasta 1965, año en el que traslada su residencia a Vigo. Para enriquecer su formación realiza diversos viajes: Florencia, Madrid, París, Roma, Londres…
En 1979 monta su primer estudio y comienza su actividad expositiva, con más de 100 inauguraciones a nivel nacional e internacional, mostrando su obra en Oporto, París, y en otras ciudades de países como Holanda, Italia, Austria, etc. Sus obras se topan repartidas entre colecciones particulares, museos e instituciones de todo el mundo.
La pintura de Ángeles Jorreto provoca un cúmulo de sensaciones inesperadas en el espectador. Sugestiva y nada explícita salvo sus excepcionales composiciones urbanas, la delicadeza extrema en el tratamiento de los matices del color y el abandono casi absoluto del encorsetamiento del dibujo de la una sensación etérea muy difícil de conseguir, en el que el componente onírico está muy presente.
La sensación de intangibilidad personaliza de forma muy acusada el conjunto de su obra. Cultiva diferentes géneros como el paisaje, retrato y la abstracción, y es difícil decantarse por alguno en el que la artista ourensana sobresalga más, dada la calidad de la ejecución, y más cuando elige grandes formatos en los que la plasticidad de la artista es tan manifiesta.
En sus obras casi monocromas, sabe jugar como pocos pintores con la multiplicidad de las gamas del color, imposible no percibir el sobresaliente de sus grises y a pesar de adscribirse en la pura abstracción, huye de composiciones formales geométricas que pudieran poner límites a su expresión. Tampoco incide en las líneas ondulantes.
Todo lo construye con trazos aparentemente espontáneos e inconexos con los que consigue obras de incuestionable belleza. Cuando apuesta por el color, su paleta es limitada pero de una gran intensidad, sobre todo cuando maneja gamas rojizas y unos personalísimos azules que destacan con luz propia en sus asombrosas creaciones urbanas.
Sus genéricos y anónimos retratos son quizás la parcela pictórica en la que la artista se muestra más identificable. Su gran delicadeza les confiere una sobria elegancia destilando por eso una exultante señal de feminidad.
Sus trazos indefinidos confieren a sus ser una sensación de eternidad e intemporalidad con la virtud de que a pesar de lo anónimo de sus rostros, estos fisicos son potentemente expresivos. Sugerencia, exultante belleza, personalidad, onirismo, feminidad, intemporalidad, todo un cúmulo de sensaciones se dan a través de la obra de Angeles Jorreto.
